Mi guitarra es viejita, y si, como muchas otras cosas es un herencia de hermanos mayores, en este caso de mi hermana, pero aún así yo quiero a mi guitarra.
Me encantaría hacerla sonar de maravilla, pero confieso que mis dedos aún son medios ñurdos respecto a ella. A veces la miro y pienso lo bien que me vería con ella entre mis brazos al compás de una buena canción, pero en eso vuelvo a la realidad y continúo haciendo las miles de cosas que siempre tengo que hacer y por las que al final del día nunca termino tocando mi guitarra :(.
En fin, es una linda guitarra, aunque entradita en sus años aún sabe como no hacerme perder el interés por ella.
1 comentario:
Me pasa lo mismo!!!pero en mis sueños la toco....jejejje
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